Sigues caminando como si nada te tocara, más sin embargo todas las hojas de aquellas flores que cubren el camino, van rozando la piel como un fuerte filo de un arma, te rasga sin más, ni por qué.
Cuando haz llegado al final, sientes como si nada te pasara, pero aquellas flores aún siguen viéndote, y tú sigues como si nada te afectara.
Tu meta es incierta, como lo es al igual tu propósito de este mundo... y después cuando te hayas en el desierto, ya no hay ninguna flor que te observe, tu mente esta congelada con un color irrelevante y fosforescente, crees que nada bueno ha de pasar, pero hoy, precisamente hoy te sientes más sola que nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario