Dejád que te cuente una pequeña divagación de encantos....

domingo, 7 de noviembre de 2010

La noche del brillo.

Anoche, junto a mi amiga fiel, la almohada, empecé a discutir sobre las personas, obvio, ella nunca me responde, pero yo creo escucharla detrás de mi ¿o en mí? Bueno no sé, el hecho fue que empezamos a hablar de esos seres que conozco en este mundo, los humanos y lo que ellos son y como son, y al principio hubo mucha discordancia con las cosas, la opinión de cada una era muy diferente.

Llegamos a la conclusión de que las personas son como pequeñas pepitas que están aquí plantadas, cada una con un brillo diferente, unas son espectaculares y las otras simplemente son opacas realmente espantosas, pero todas brillan y las que no, solo no existen.

Así continuamos toda la noche, pensando en esas pepitas que creo haberlas llamado estrellas. Entonces después de darles un nombre empezamos a pensar en el brillo de cada ser que me rodea ¿Saben? Estoy rodeada por cuerpos celestes magníficos, aunque no todos sean mis amigos, son geniales... pero también hay horribles cosas, como si solo tuvieran una delineación y lo interior es como un color transparente, no me gustan, son sencillamente insignificantes comparadas con esos grandes brillos que a veces me enceguecen.

Me gustan estas estrellas estupendas. Aunque no siempre tienen el mismo brillo, pues a veces se protegen con una capa misteriosa, de color oscuro, allí no puedo verlas. Pero aun asi me gusta observarlas cuando puedo.

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