¿Cómo pintar tu vida?

No creo que se necesite cambiar de color los muebles, o ponerte más maquillaje en tu rostro, no creo que debas ponerte pieles ni materiales procesados como el cartón que adornen tu tronco (formando una camisa), no creo que tengas que poner plásticos de colores encima de tus objetos más preciados, ni mucho menos comprar sabanas diversas y potentes que te dejen tan insolado como al mirar al sol.

Sólo tienes que... sólo tienes que comprar muchas pinturas, y un gran papel que dure toda tu vivencia, que sea tan largo como para ti, como para quién lo observe, sólo tienes que ir dibujando a tu gusto, sin ninguna razón, e ir saltando descalzo de color en color, como la mariposa o libélula de flor en flor, dejando huella en cada punto, no sólo tus manos palpables, sino también tus pies, no escribas, no tienes porque escribir, aunque si eso te satisface, hazlo, pero como cuando coloreas, sin más por dónde, sin ser escéptico, sin dudar, sin pensar hacer o crear, sólo hazlo por diversión como cuando comes un helado o en algunos casos te tomas una taza de café... No dibujes a blanco y negro, y más si eres mujer, tienes imaginación (Por qué crees entonces que los hombres nos manejaron, y ahora tratan de hacerlo a su manera, o por qué crees que ningún hombre nos comprende, ellos son cuadrados como los anteojos de mi abuela)... Así que no te detengas y mucho menos lo hagas por los ogros espantosos que te observan, solo esperando a que cometas un error.

Recuerda que no necesitas pinceles lo puedes hacer con las manos, que no importa si es el color real todos vemos con diferentes ojos, o qué el papel está sucio solo limpia, la perfección no está en el final, está en cada punto que haces sobre el papel, no tiene que ser un gran punto, ni un punto tiene que ser grande ni viceversa, hazlo por gusto y a ello añadele un poco de emoción.

Y lo más importante de todo... ¡Disfruta coloreando!