Dejád que te cuente una pequeña divagación de encantos....

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Sentido un extraño.


Hoy no puedo creer que "un extraño" duela tanto, es como estar jugando con el fuego, cuando piensas encenderlo te dan ganas e inquietud por hacerlo, cuando lo tienes prendido empiezas a manejarlo como si fueras un gran pirómano, y cuando estas a punto de apagarlo te quemas, te duele y gritas, pero es tan fuerte e intenso el ardor que no sabes a donde correr, no sabes si hechas agua o crema encima de tu piel que esta tan roja como la cobijita de mi abuela, tan roja como los cachetes de ira de una pequeña conocida.

Pero después de que todo pasa, empiezas a pensar que tonto has sido, más quieres seguir prendiendo el fuego en tus manos, sin pensar en las consecuencias, sin pensar de que te harás daño, un fuego que te estremece el alma mientras tus lagrimas en forma de cristal por lo guardadas y escondidas bajan por tus mejillas sin pronunciar palabra mientras estas hacen un alargo y desesperado recorrido... Mientras tanto piensas de que pudiste haber hecho un poco más, tan solo decir unas frases, unas bonitas palabras que salieran con dulzura como un caramelo pegoteado y fastidioso de tus labios; no hiciste nada, solo con un triste y absurdo intento del "lo quiero" te despides sin ser escuchada.

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